lunes, 27 de abril de 2009

Día 17: Parque Nacional de Krka - Karlobag

22-08-08 (Leer el día anterior / Leer el día siguiente)

Como ya he dicho en el post anterior, este día fuimos a visitar el Parque Nacional de Krka. Nada más levantarnos fuimos a comprar las entradas al edificio de cristal que mencioné también en el post anterior. Para el que no lo haya leído o no se acuerde, no vendían las entradas anticipadamente por lo que tuvimos que ir ese mismo día por la mañana. Nos costaron 145KN en total porque a mi me volvieron a hacer descuento con mi viejo carnet de estudiante. Los adultos pagan 80KN y los niños y estudiantes 65KN.

Para llegar al parque hay dos opciones. La primera es ir en un barco que sale cada hora en punto desde el pequeño puerto de Skradin. Este barco entra dentro de la entrada al parque, no hay que pagar nada por ir en él. El barco para volver sale del parque igualmente cada hora, pero en vez de a las horas en punto, a las medias. La segunda opción es ir en bicicleta. Se alquilan en el puerto por unos 7 euros todo el día. Las bicis están en perfecto estado y son buenas. El recorrido en bici hasta el parque es de unos 4 kilómetros y se realiza por un camino de piedra que va bordeando el río hasta llegar a la entrada del parque. Una vez allí, se pueden dejar las bicicletas en el parking para bicis y entrar a visitar el parque. Eso sí, en caso de que vayáis en bici no os olvidéis de llevar agua, sobre todo si vais en horas de mucho calor. Nosotros al final fuimos en barco, pero el camino es muy bonito y llano para hacerlo en bicicleta.

Antes de nada, una pequeña introducción. Las cascadas del parque son un fenómeno cárstico, igual que Plitvice, y la más espectacular es la Skradinski Buk, un salto de agua de unos 800 metros de longitud, con 17 escalones que suman 46 metros. Pero hay muchas más cosas que merecen la pena en este parque, por ejemplo todos los alrededores de las cascadas, que están formados por bosques de todo tipo hasta zonas repletas de juncos y espadañas. Además, si estamos atentos podremos ver numerosas especies de animales. De hecho hay carteles informativos de la fauna y la flora que podemos encontrar en las diferentes zonas del parque. También hay varios miradores desde donde admirar las maravillosas cascadas y disfrutar de las espectaculares vistas.


Cuando llegamos a la entrada, tuvimos que andar sólo unos metros para encontrarnos con la gran cascada Skradinski Buk. ¡Qué maravilla! En esta cascada hay una zona para bañarse, así que si queréis hacerlo no os olvidéis del bañador. Al lado de esa cascada está el restaurante/bar, pero como en la mayoría de estos lugares los precios son abusivos, así que vuelvo a recomendar llevar comida y bebida.



Después de admirar este paisaje y sacar varias fotos desde distintas perspectivas seguimos el camino para ver todo el parque. Según íbamos subiendo, íbamos viendo más cascadas a cada cual más bonita. Nos fuimos asomando en cada mirador para admirar el parque en todo su esplendor. He de decir que me fascinan las cascadas y en ese sentido me gustó mucho más Krka que Plitvice. Este segundo (Plitivice) es más espectacular, más grande, pero Krka tiene unas cascadas magnificas.




A mitad del camino hay unas tiendas de souvenirs de las que pasamos olímpicamente y al lado de ellas hay unos viejos molinos donde todavía hoy se puede moler el trigo de forma tradicional. Se puede entrar a verlos en funcionamiento. Al lado de estos hay un pequeño museo etnográfico donde se pueden ver las antiguas herramientas de trabajo, etc.





El recorrido entero no es muy largo. Nosotros empleamos sólo la mañana en visitar el parque. Todo depende también de si te bañas en la cascada (nosotros no lo hicimos) y esperas a secarte y demás. De esta forma obviamente necesitas más tiempo. Si te lo tomas con calma puedes pasar todo el día y luego volver a Skradin, pero nosotros aprovechamos la tarde para adelantar camino. Después de comernos nuestro bocata cogimos el barco de vuelta y seguimos con la furgoneta hasta Karlobag.



Zadar
nos pillaba de paso, pero mirando el tiempo que teníamos y las opiniones de la gente decidimos pasárnoslo. De todas formas os voy a contar algo curioso que hay en Zadar. En esta localidad se halla el órgano más grande del mundo. Pero no hay que buscarlo en una iglesia. Se encuentra en las escalinatas que bajan al agua, en la costa. Y el órgano suena precisamente gracias al vaivén de las olas.

Siguiendo camino a Karlobag, a la izquierda, se podía ver una isla que parecía desierta. Mirando el mapa vimos que era la isla de Pag. Pag es una isla rocosa sin apenas vegetación y se puede alcanzar en ferry o por un puente a la altura de Zadar (pagando 20KN). Pag es un buen lugar para la fiesta. La gente aprovecha las calas vacías para llegar con un DJ y bailar durante días sin molestar a nadie. Bueno, nosotros no fuimos allí, así que poco más os puedo contar. Imagino que se parecerá a lo que os conté de la isla Hvar.

Finalmente llegamos a nuestro destino de ese día, Karlobag. Unos amigos nos habían hablado de una casa que tenía jacuzzi. Decidimos darnos un caprichito y dejar descansar a la furgoneta por un día. Aparcamos en un parking gratuito a la izquierda de la carretera en pleno pueblo (tened en cuenta que nosotros estamos subiendo desde el sur, si venís del norte estará a la derecha). Encontramos la casa sin mayor problema, pero cuando nos dijeron el precio nos lo tuvimos que pensar bastante. 50 euros por una noche!!! Qué barbaridad! Al final accedimos, ya que el jacuzzi y el aire acondicionado nos tiraba mucho (estabamos hasta el moño de pasar calor y un día es un día). Además también íbamos a poder usar la cocina para preparar algo decente tanto para cenar como para comer al día siguiente. La casa era un duplex con unas escaleras de vértigo. Arriba estaba la habitación y una terraza estupenda para cenar al aire libre y abajo estaban la cocina-comedor y el baño. El jacuzzi al final resultó ser una ducha con columna de masajes (no sé cómo se llama eso). También tengo que decir, que tal y como me dijo mi amiga (la que había estado allí el año anterior), se notaba que la dueña tenía dinero. Hay mucha gente que alquila sus casas o habitaciones que necesitan mucho más el dinero, así que si volviera otra vez allí, iría a una casa de una de esas personas.

Una vez nos acomodamos en el piso, preguntamos por la playa y nos fuimos a dar un baño con todos los trastos de snorkel y demás. Cuando llegamos vimos que allí no había ni arena, ni guijarros ni nada de nada. Sólo había hormigón donde la gente echaba sus toallas y se tumbaba. Era como si fuera un puerto (de hecho creo que el puerto estaba allí cerca). Nos llevamos un pequeño chasco y nos preguntamos para qué habríamos llevado el material de snorkel y la cámara acuática a aquella “playa”. Nada más meternos en el agua cambiamos de opinión. IMPRESIONANTE! Vinieron un montón de peces de colores hacia la arena que habíamos levantado al andar. Un momento más tarde vimos un banco de peces preciosos, que cambiaban de color según de donde se les viera y un poco más adelante vimos algo MARAVILLOSO. En pocos metros, el fondo de la playa cogía una profundidad asombrosa, había como un abismo bajo el mar y el agua cogía diferentes tonalidades azules espectaculares. Esa vista sumada a los peces de colores que pasaban por encima del abismo fue realmente bonita. Sólo por eso ya mereció la pena haber parado en Karlobag.

Cuando empezó a anochecer fuimos al piso a darnos una buena ducha con masaje incluido, hicimos la cena y la comida del día siguiente, cenamos tranquilamente en la terraza y nos fuimos a dormir.

Links a los apartados que considero de mayor importancia:

- Recomendaciones de qué llevar y qué no llevar
- Tema del dinero, divisas, cambios, etc.
- Información importante
- Presupuesto del viaje
- Itinerario resumido
- Webs útiles para viajar a Croacia

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