Viaje a Croacia en furgoneta en el 2008: Día 3: Bled

08-08-08 (Leer el día anterior / Leer el día siguiente)

Después del caluroso día anterior, amaneció nublado y un poco lluvioso. Entramos en Eslovenia entre los alpes Julianos. El color de los rios era espectacular aunque no había mucha agua. La presencia de los alpes Julianos lo hacía aún más idílico.

ADVERTENCIA! Para circular por Eslovenia hay que pagar un impuesto. Es una pegatina que hay que pegar en el cristal del vehículo. Vale 35€ y nadie va a venir a decirte que la compres, pero si te para la policía y no la llevas tendrás que pagar una multa elegante. Hecha la advertencia, ahora cada uno que decida si la paga o no. Nosotros la compramos en una gasolinera cualquiera. Creo que además de eso también hay que llevar las luces del vehículo siempre encendidas.

Nada más entrar en Eslovenia ya tuvimos la primera aventura. La carretera principal estaba cerrada y nos mandaron por un camino de cabras sin asfaltar por donde sólo cabía un coche. Aún así conseguimos llegar a Bled. Subimos con la furgoneta hasta el castillo que está dominante al borde de una enorme roca encima del lago. Es una de las fortalezas medievales más antiguas de Eslovenia. Se puede entrar al castillo por 7 euros, pero nosotros admiramos el lago desde fuera subiéndonos a unas rocas. A pesar del mal tiempo la vista del lago glaciar era espectacular. Bajamos hacia el pueblo y aparcamos la furgoneta en un aparcamiento al lado del lago por 1,5 euros la hora.

El color del lago de cerca era aún más bonito. Se ve el campanario de una iglesia en una isleta (Blejski Otok) en medio del lago y el castillo en un alto. Se dice que si repican las campanas de la iglesia de la Asunción de la isla Blejski Otok y se pide un deseo, éste se cumplirá. Se puede llegar hasta la isla pagando por alquilar una barquita o a nado. Desde el lago también se ve la torre de una iglesia muy bonita.

Anduvimos un poco rodeando el lago hasta llegar a una barraca donde se sube en un teleférico y se baja a una velocidad máxima de 40km/h en una especie de trineo. No llegamos a ver el precio porque debido al mal tiempo (ya había empezado a llover) decidimos volver a la furgoneta y seguir el camino. La sorpresa vino cuando íbamos camino de vuelta al aparcamiento y empezó a granizar. Gaizka dijo que eran las mayores piedras que había visto en su vida. La gente tapaba los coches con mantas para protegerlos.

Esta noche pensábamos haberla pasado en Bled en un camping 5 estrellas que nos habían recomendado. Este camping está a las afueras de Bled y tiene un río donde se pueden practicar deportes naúticos, etc. También queríamos haber ido al valle de Bohinj al día siguiente, pero viendo el tiempo que hacía y las carreteras por las que nos habían mandado (y por las que había que ir al valle de Bohinj) decidimos dirigirnos hacia Ljbljana, pero con buen tiempo creo que sería un plan estupendo.

Por si os animais a ir al valle de Bohinj, os voy a hablar un poco de él a pesar de que al final no fuimos. El valle es de origen glaciar y está situado en la base sur del macizo más alto del país, el Triglav (2867 metros). Tiene un gran lago de 26 kilometros de largo llamado igual que el valle. Desde allí se puede subir en teleférico a la estación de sky de Vogel desde donde debe de haber unas vistas espectaculares. Dando un paseo por el valle (no sé de cuanto) por un camino marcado, se puede llegar hasta una bonita cascada llamada Savica. Este es el nacimiento del río Sava.

En un blog habíamos leído que en Ljbljana había otro camping muy bueno con piscinas, jacuzzi y todo (Ljbljana Resort) y ya que no habíamos podido ir al de Bled, intentamos buscar ese y lo conseguimos sin mayor problema. Era un poco caro, pero decidimos quedarnos con intención de aprovechar el jacuzzi, darnos una buena ducha, hacer la comida tranquilamente, etc. Nos acomodamos en una parcela y comenzamos a sacar la mesa, las sillas, los hornillos, etc. Incluso sacamos la sombrilla para taparnos un poco si llovia, ya que tenía pinta de empezar a hacerlo en breve. Y tan breve!!! De un momento a otro empezó a granizar de una forma espantosa. Recogimos las sillas y los hornillos como pudimos y nos pusimos a sujetar la sombrilla encima de la luna del coche para que no se rompiera. Cuando paró de granizar siguió lloviendo, o mejor dicho diluviando. Cambiamos la furgoneta de sitio porque estaba todo embarrado y decidimos que no tenía sentido quedarnos en ese camping si no íbamos a poder cocinar, ni aprovechar el jacuzzi, ni nada. Preguntamos a ver si nos podíamos marchar (sin pagar obviamente) y nos dijeron que sí, así que eso hicimos. Eso sí, no sin antes darnos una buena ducha gratis! jejeje.

Sabíamos que se podía dormir en el parking de la estación de tren de Ljubljana y sólo se pagaba 6€ por 24 horas, así que allí plantamos la furgoneta. Pedimos información Turística en la estación mismo y nos fuimos visitar la ciudad y a hacer una merienda-cena (os recuerdo que no habíamos podido cocinar nada por el granizo y la lluvia). Fuimos a una pizzería que habían recomendado en algunos foros/blogs: Pizzería FOCULUS (c/ Gregorciceva 3). Es bastante conocida, así que podéis preguntar en información y turismo por ella y os dirán dónde está. Las pizzas en relación a las que hay por aquí están mucho mejor y mucho más baratas. Podéis comeros una familiar por unos 6 euros con masa e ingredientes frescos.

La ciudad es más bien pequeña. Nosotros sólo dimos una pequeña vuelta viendo lo que nos recomendaron en información y turismo: el puente triple, otros puentes más, el castillo (desde abajo), etc. Para mi lo más bonito ha sido callejear por sus calles. Es una ciudad coqueta, ya digo que me encantó pasear por sus calles. Y no es fea, pero si como a nosotros no te gusta este tipo de turismo y prefieres la naturaleza, te la puedes saltar.